sábado, 8 de octubre de 2016

Detalles mínimos pero de grandes resultados en luminarias.

Estoy en una lucha constante con la búsqueda de la tranquilidad, no sólo mía, sino de mis Clientes a la hora de realizar instalaciones eléctricas.
Es tan basto el tema que por momentos se nos pasan pequeños detalles que solo son pequeños por no verse, pero son de enorme utilidad a la hora de tener un inconveniente.

Un ejemplo es, un fusible... el viejo y reconocido fusible que muchos creen que se han reemplazado y son obsoletos con las instalaciones de interruptores termomagnéticos.

La función de los fusibles en las luminarias, es detectar un cortocircuito en los cables, que por lo general y de fábrica son muy finos (1mm2 o menos). Al ser más finos, son propensos a generar una alta temperatura sin que la llave termomagnética detecte que hay un corto. Por lo menos no antes de que la temperatura sea suficiente para encender el cobre y por consiguiente, el envainado o cualquier otro material plástico o de madera de la propia luminaria.

Tan sólo conectando un fusible de 1 Amp. en el retorno de la luminaria (el cable que va hacia la ficha de encendido/apagado), tan cerca como sea posible del cable de 1.5 mm2 normalizado de la propia instalación, puede evitar males mayores.

Los cables de las luminarias sufren desgaste propio por la temperatura que los focos generan.

He aquí un par de fotos de muestras de un Cliente consciente que me pidió el relevamiento de las luminarias, el cual como se puede ver, estuvo a punto de poder terminar en un pésimo resultado.

A SIMPLE VISTA SE VE BIEN

ESTOS CABLES AL TOCARLOS SE PELAN YA QUE LA VAINA ESTÁ QUEMADA Y HUMEDECIDA

TRABAJO FINALIZADO. EL FUSIBLE ES EL CAPUCHON BLANCO CON CABLE ROJO



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